miércoles, 13 de julio de 2011

República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Barquisimeto
“Luis Beltrán Prieto Figueroa”
Barquisimeto Edo-Lara


Simón Rodriguez




Participante
Ana Arroyo C.I. 23.846.926 E-mail: ana_18lanena@hotmail.com
Asesor: Jorge José Pérez Valera E-mail: cerritoblanco7@yahoo.com
Asignatura: Filosofía de la educación
Seccion: 3INO3  


Simón Rodríguez
Pedagogo y escritor venezolano, nacido en Caracas en 1771 y fallecido en Amotape, Perú, en 1854. Maestro de Simón Bolívar, sus inquietudes e ideas reformadoras influyeron poderosamente en la formación de El Libertador, según él mismo reconoció.
Simón Rodríguez se llamaba realmente Simón Carreño Rodríguez, pero prescindió del primer apellido a raíz de una desavenencia con su hermano Cayetano, músico de profesión. Por sus actividades conspiradoras, tuvo que emigrar en 1794 y cambió su nombre (Samuel Róbinson). La teatralidad de su existencia contrasta con su sentido estricto de la honestidad y la trascendencia renovadora de sus ideas pedagógicas y sociales.
Tuvo a su cuidado la educación del niño Simón Bolívar hasta los catorce años, y en 1804, cuando el maestro se encontraba en Viena, se le presentó el discípulo, que lo acompañó por Europa. Se dice que desde el Monte Sacro, en Roma, Simón Rodríguez hizo jurar a su discípulo que dedicaría su vida a luchar por la independencia de su patria. Sea ello cierto o no, forma parte de la teatralidad ritual que tanto influyó en el alma de Bolívar.
Después del triunfo de El libertador, Simón Rodríguez fue director e inspector general de instrucción pública y beneficencia y organizo escuelas, pero su inquietud y su carácter no lo dejaron nunca asentar, mal que se agravó tras la muerte de Bolívar, cuando el maestro fue rotando hasta su avanzada ancianidad por Chile, Ecuador, Colombia y Perú, donde murió.
Pedagogo influido por Rousseau y Saint, Simón Rodríguez fue un reformador intuitivo. Dejo un legado de trabajos sueltos, de menor importancia que su personalidad, entre los que merecen citarse EL LIBERTADOR DE MEDIO DIA DE AMERICA y sus compañeros de armas, defendidos por un amigo de la causa social, el suelo y sus habitantes; extracto sucinto sobre la educación republicana.
Concejo de amigo dado al colegio de Latacunga y crítica de las provincias del gobierno.
     

Simón Rodríguez
Simón Rodríguez nació en Caracas la noche del 28 de octubre de 1769. Fue bautizado el 14 de noviembre de ese año como niño expósito. Criado en casa del sacerdote Alejandro Carreño, toma de él su apellido y es conocido como Simón Carreño Rodríguez. Documentos de la época y otros testimonios hacen pensar que el sacerdote era en efecto padre de Simón Rodríguez y de su hermano José Cayetano Carreño, cuatro años menor que él y quien se desarrollara como notable músico. Su madre Rosalía Rodríguez era hija de un propietario de haciendas y ganado, descendiente de canarios.
En mayo de 1791 el Cabildo de Caracas le da un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”, en 1794 presentó un escrito crítico “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”. En esta escuela tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón Bolívar. Fuertemente influenciado por El Emilio de Jean-Jacques Rousseau, Simón Rodríguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas. El mismo Bolívar en carta al general Santander en 1824 decía que su maestro "enseñaba divirtiendo". Este espíritu que intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonialismo español se reflejaría en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.
Su participación en la conspiración de Gual y España en contra de la corona española en 1797 lo fuerza a dejar el territorio venezolano.
En Kingston, Jamaica, cambia su nombre a Samuel Robinsón, y después de permanecer algunos años en los Estados Unidos, viaja a Francia (1801). En 1804 se encuentra allí con Simón Bolívar, de quien había sido maestro cuando niño. Juntos realizan un largo viaje por gran parte de Europa. Son testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán, como Rey de Italia y de Roma. Y es testigo del famoso juramento de Bolívar sobre el monte Sacro, en donde profetiza que liberaría a toda América de la corona española, y lo registra para la historia.
Entre 1806 y 1823, mientras se libraba gran parte de la Guerra de Independencia en su natal Venezuela, Rodríguez se hospeda en Italia, Alemania, Rusia, Prusia, y Holanda. Luego daría su opinión sobre este periodo de tiempo diciendo:[1]
Permanecí en Europa por más de 20 años; trabajé en un laboratorio de química industrial […]; concurrí a juntas secretas de carácter socialista […]. Estudié un poco de literatura, aprendí lenguas y regenté una escuela de primeras letras en un pueblecito de Rusia.
Regresa a América en 1823, usando el nombre de Simón Rodríguez nuevamente. En Colombia establece la primera escuela-taller en 1824. Atiende el llamado hecho por Bolívar desde el Perú y es nombrado “Director de la educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas” y “Director de Minas, Agricultura y Vías Públicas” de Bolivia.
En 1826, establece una segunda escuela-taller como parte del proyecto para toda Bolivia. Pero el Mariscal Antonio José de Sucre, presidente de Bolivia desde octubre de 1826 no tenía una buena relación con él, por lo que Rodríguez dimitió el mismo año, trabajando el resto de su vida como educador y escritor, viviendo alternadamente entre Perú, Chile y Ecuador. Muy importante es su trabajo titulado Sociedades Americanas, dividido en varias ediciones publicadas en Arequipa (1828), Concepción (1834), Valparaíso (1838), y Lima (1842). El texto insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea que sintetiza su frase:[2]
La América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos.
Otra obra importante fue El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de Armas (1830), un alegato sobre la lucha social que emprendía Bolívar en esa época.
En los años finales de su vida dio clases en varios colegios de Quito y Guayaquil (Ecuador); debido a un incendio que azotó esta ciudad, gran parte de su obra quedó hecha cenizas.


Simón Rodríguez
Nace en Caracas Simón Rodríguez, calificado de "loco", "maestro" o "don", este ejemplar venezolano, de padres desconocidos, el 28 de octubre de 1771. Se dice que fue hijo adoptivo de Cayetano Carreño y de Rosalía Rodríguez. De su infancia, se conoce muy poco. Simón Rodríguez es un niño expósito y su único familiar conocido es su hermano Gayetano.
Su carácter nada común lo lleva a quitarse el apellido paterno, el adoptivo y a quedarse sólo con el de su madre (originalmente se hubiera llamado Simón Carreño Rodríguez), por eso es que, el mismo Simón se presenta como expósito en el acta matrimonial.
Se caracterizará toda su vida por seguir apasionadamente su ideal de pensar y enseñar en libertad plena. Su vida estuvo dominada por la pasión de las letras.
El primer contacto de los dos Simones se produce cuando Rodríguez es contratado por Feliciano Palacios, abuelo de Bolívar, para que en su propia casa le sirva de amanuense. Más tarde, al fugarse de la casa de su tío Carlos Palacios, Bolívar ingresará a la escuela pública de Rodríguez.
Este era un maestro que enseñaba divirtiendo, según expresión bolivariana. Su manera de enseñar, distinta a todo lo tradicional, era en el campo, frente a la naturaleza, lo cual servía para el espíritu, para la fortaleza del cuerpo y para el conocimiento de las cosas que nos rodean. Si está en el aula, entre sus 114 alumnos (setenta y cuatro que pagan y cuarenta gratis, entre ellos nueve expósitos), les da instrucción adecuada a sus edades y les inculca las buenas costumbres y el amor por la libertad.
Don Simón Rodríguez, precursor y animador de la inquietud bolivariana, es por antonomasia el Maestro del Libertador; antes de que éste independizara a América, Rodríguez (su "Maestro Universal") hace su tarea: independiza a Bolívar, lo divorcia de la realidad tradicional y lo acerca a la verdad futura; le ayuda a conseguir la perspectiva propia de un creador, a intuir su faena y a calcular las fuerzas de sus auxiliares y sus enemigos. Simón Rodríguez llama a Bolívar a ser terriblemente cuerdo entre aquellos mediocres que se autoestiman depositarios del buen juicio y de la sensatez, y a los ojos de los cuales la Independencia tenía que ser una locura singular.
La enseñanza de Rodríguez se cumple en la adolescencia y en los umbrales mismos de su edad adulta; superados algunos rices de la infancia entre maestro y discípulo, roces que nunca más recordará El Libertador, la compenetración entre ambos es intensa y duradera. Por el carácter independiente y rebelde de Rodríguez se comprende que cale tan hondo en el espíritu del joven.
La casualidad pone en manos de Simón Rodríguez, pedagogo per sé y fanático de Juan Jacobo Rousseau, a un niño sano, rico, de alcurnia, inteligente, sin familia, sin padres siquiera a quienes rendir estrecha cuenta de aquella infancia. En suma, encuentra el Emilio ideal. Y Simón Rodríguez inicia la educación que aconseja Rousseau en su Emilio. Bolívar es el primer hombre moderno, quizás el único, que haya sido educado para hombre libre. Rodríguez le hizo cerrar los libros de texto y le abrió el gran libro de la naturaleza. Le enseña antes que nada a ser fuerte de alma y de cuerpo; y a convivir con la naturaleza, sin ser víctima de ella. Le enseña a dar grandes caminatas, a cabalgar días enteros, a nadar, a saltar. Le transmite oralmente cuanto el discípulo puede asimilar. Y le obliga a leer a los grandes autores clásicos como Plutarco y a los modernos como Rousseau. A eso se limita.
Simón Rodríguez, en 1794 presentó al Cabildo de Venezuela un proyecto de Escuelas Públicas, donde analizaba el sistema educativo para aquel entonces y donde planteaba la necesidad de la participación activa de los alumnos en las cátedras, exponiendo sus ideas y aclarando sus dudas. Pero las autoridades coloniales no le prestaron ninguna atención.
Simón Rodríguez, además, de su conocimiento y talento como educador, sintió también la inquietud de la Libertad; participó en el movimiento revolucionario de Gual y España, y complicado en esta tentativa de independencia abandonó el país al fracasar el movimiento y se traslada a Jamaica, suplantando su nombre por el de Samuel Robinson, para evitar cualquier vengativa por parte de las autoridades del rey.

CARTA DE SIMON BOLIVAR A SU MAESTRO, AL PISAR ÉSTE EL SUELO DE COLOMBIA, DE REGRESO DE EUROPA EN 1823
Usted, maestro mío, ¡cuánto debe haberme contemplado de cerca, aunque colocado a tan remota distancia! ¡Con qué avidez habrá usted seguido mis pasos, dirigidos muy anticipadamente por usted mismo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto, aunque sentado sobre una de las playas de Europa......En fin, usted ha visto mi conducta; usted ha visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en el papel, y no habrá dejado de decirse: "¡Todo esto es mío! Yo sembré esta planta; yo la enderecé cuando tierna: ahora, robusta, fuerte y fructífera, he ahí sus frutos; ellos son míos: yo voy a saborearlos en el jardín que planté: voy a gozar a la sombra de sus brazos amigos; porque mi derecho es imprescriptible, privado a todo"...Sí, mi amigo querido, usted está con nosotros: mil veces dichoso el día en que usted pisó las playas de Colombia. Un sabio, un justo más, corona la frente de la erguida cabeza de Colombia.



Simón  Rodríguez
Vida: Simón  Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1771, fue bautizado el 14 de noviembre de ese mismo año como niño expósito. Criado en casa del sacerdote Alejandro Carreño, toma de él su apellido y es conocido como Simón Carreño Rodríguez, documentos de la época y otros testimonios hacen pensar que el sacerdote era en efecto el padre de Simón  Rodríguez y de su hermano José Cayetano Carreño, cuatro años menor que él y quien se desarrolla como notable músico. Su madre Rosalinda Rodríguez era hija de un propietario de haciendas y ganado, descendiente de canarios no se conoce mucho de su niñez.
Más tarde su carácter poco común lo lleva a quitarse el apellido paterno, el adoptivo y a quedarse solo con el de su madre por eso es que el mismo Simón se presenta como expósito en su acta matrimonial.
Se caracteriza toda su vida por seguir apasionadamente su ideal de pensar y enseñar en libertad plena, su vida estuvo dominada por la pasión de las letras, fue pedagogo y escritor venezolano.
Tuvo a su cuidado la educación del niño Simón Bolívar hasta los 14 años.
En mayo de 1791 el cabildo de Caracas le da un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para Niños”. En 1794 presenta un escrito critico “reflexiones sobre los defectos que tenia la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”. En esta escuela tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro libertador Simón Bolívar.
En Kingston, Jamaica, cambia su nombre a Samuel Robinson, y después de permanecer algunos años en los Estados Unidos viaja a Francia (1801). En 1804 se encuentra allí con Simón Bolívar de quien había sido maestro de cuando niño, juntos realizaron un largo viaje por gran parte de Europa, son testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán, como rey de Italia y de Roma y testigos del famoso juramento de Bolívar sobre el monte Sacro, en donde profetiza que libertara a toda América de la corona Española, y lo registra para la historia        
 Simón Rodríguez, además, de su conocimiento y talento como educador, sintió también la inquietud de la liberta; participo en el movimiento revolucionario de igual y España, y complicado en esta tentativa de independencia abandono el país al fracasar el movimiento y se traslada a Jamaica, suplantando su nombre por el de Samuel Robinson, para evitar cualquier vengativa por parte de las autoridades del rey.
    Viajo por espacio de diez y seis años, conoció Italia, Suiza, Alemania Bélgica, Inglaterra y otros. Su estadía en el viejo continente le permitió dominar el frases, el italiano, el alemán y el portugués, profundiza sus estudios filosóficos y entra en  contacto con las teorías revolucionarias que pronto implantaría un nuevo orden político social de alcance mundial.
    En 1823, vuelve Simón Rodríguez a Venezuela,  cuando su antiguo  discípulo Simón bolívar se encontraba preparando  la emancipación de Perú. Al enterarse bolívar de la llegada de su maestro  lo llama a su lado y lo nombran  director e inspector  de instrucciones publicas  y beneficencias, y regenta  la escuela municipal de caracas.
    Bolívar ratifico en 1823 la manera de enseñanza de Rodríguez  sobre las buenas costumbres y amor a la libertad: “usted formo mi corazón para la libertad, para l ajusticia, para lo grande, para lo hermoso”.   En ese entonces Rodríguez contaba con treinta años.
    En 1829, retirado de la docencia establece en Anzagora  sobre las riveras  del lago de Titacacas, una fabrica de velas, que irónicamente el llamaba “de luces americanas”.  Pero reclamado por la población cedió a encargarse de nuevo de la educación. Después de la muerte del libertador, en 1830, se traslada a lima  y luego a  Huacho. En 1833, fue nombrado director de estudio del departamento de concepción, este mismo año, en chile se entrevista con sus compatriota Andrés bello  y funda una escuela de barrio. Después de algunos años  de permanencia en aquella república, paso a la del ecuador donde fue nombrado catedrático de botánica y agricultura del colegio de Latacunga.
    En 1846 regenta  un colegio en quinto y en 1847, se traslada al sur de Colombia, entregado siempre a su pasión de enseñar. luego se enrumba a Perú, donde murió Simón Rodríguez pobre y sin hogar a los 83 años de edad, el 23 de febrero de 1854,  en el humilde pueblecito peruano san Nicolás  de amotape. Sus resto fueron trasladados en 1954 al panteón nacional , en el centenario de su muerte.  no sin motivos, bolívar usaba el calificado de “ el Sócrates de Colombia “ para referirse a su maestro .
Escribió obras de valioso interés, entre las cuales se puede citar:
Ø  Educación popular
Ø  El suelo y sus habitantes
Ø  Tratados sobre las luces y las virtudes sociales
Ø  Defensa de bolívar
Ø   El libertador del  medio de América
Ø  Sus compañeros de arma defendido por un amigo de la causa social.

Aportes de Simón Rodríguez a la educación:

Aportes que dio Simón Rodríguez a la educación:
Los aportes de Don Simón Rodríguez, fueron de mucha importancia que para aquella época nadie lo vio de esta manera, ya que lo calificaron de loco debido a que sus ideas eran muy avanzadas para aquel tiempo
.
Estos aportes reflejaban como estaría mejor organizada la educación según Simón Rodríguez, y como lograr implantarla en Venezuela con las mejores bases para que así los niños pudieran recibirla desde muy temprana edad.

Para América Latina el fue un gran ilustre de la educación destacando por su profundo conocimiento de la sociedad hispanoamericana, Se caracterizó toda su vida por seguir apasionadamente su ideal de pensar y enseñar en libertad plena. Su vida estuvo dominada por la pasión de las letras.

 La obra de Simón Rodríguez no fue tomada en cuenta para el currículo Venezolano, porque el tiempo pautado para la discusión del mismo no fue suficiente para conocer, analizar y preparar lo que realmente quería Simón Rodríguez, por otro lado para la elaboración del mismo se fortalecieron con los pensamientos y escritos de él, ya que se busca preparar al estudiante bajo las mejores condiciones y con nuevos patrones educativos.

También se reconoce a Simón Rodríguez como un ilustre y tenaz educador que realizo grandes aportes a la educación.
Entre sus grandes aportes esta: La educación  planificada para ambos sexos, era partidario de una educación democrática, amplia y libre de prejuicios; de una educación que hiciera ciudadanos honestos y dignos, también da pie a las escuelas comedores, a la educación diversificada y escuelas vinculadas al trabajo.


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